¡Oh, mi yo!
¡oh, vida de sus preguntas que
vuelven!
Del desfile interminable de los desleales,
de las ciudades llenas de necios.
De mí mismo,
que me reprocho siempre
Del desfile interminable de los desleales,
de las ciudades llenas de necios.
De mí mismo,
que me reprocho siempre
(pues, ¿quién es más necio que yo, ni
más desleal?),
De los ojos que en vano ansían la luz,
De los ojos que en vano ansían la luz,
de los objetos despreciables,
de la lucha siempre renovada.
De lo malos resultados de todo,
De lo malos resultados de todo,
de las multitudes afanosas y sórdidas
que me rodean,
De los años vacíos e inútiles de los demás,
De los años vacíos e inútiles de los demás,
yo entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡Oh, mi yo!,
La pregunta, ¡Oh, mi yo!,
la pregunta triste que vuelve
¿qué de bueno hay en medio de estas cosas,
Oh, mi yo, Oh, vida ?
Respuesta:
Que estás aquí
Respuesta:
Que estás aquí
que existe la vida y la identidad.
Que prosigue el poderoso drama,
Que prosigue el poderoso drama,
y que puedes contribuir con un verso.
Walter Whitman (traducido y adaptado por alguien)
Hoy siento: que me ahoga la toxicidad
de los que me rodean… tengo que sacar la cabeza…
Suena: al respirar... vetusta morla (si no respiro en por no ahogarme...)
Frase: Si está en un callejón sin
salida… no sea tonto… salga por donde entró. Jorge Bucay
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