muchas veces... demasiadas veces... por mil motivos... el ser humano se hunde... y cuando parece que llega al fondo... su cuerpo se vuelve como de corcho... obedece a arquímedes... y sube hasta la superficie... la velocidad de subida solo depende de cuanto lastre puedes quitarte... pero el corcho siempre... sale a flote...


Sed bienvenidos a mi humilde mundo....

miércoles, 5 de enero de 2011

cuento...



Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, cada vez que discutiera con algún amigo, cada vez que los hiciese daño... clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días posteriores. El niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, sacase un clavo de la cerca. Los días pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca.

Entonces el padre llevó a su hijo hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:

“Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma. Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal. Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.”


Hoy siento: que soy la cerca...
Frase: el tiempo solo te sana lo que no importa ya... Bunbury
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