Como un río que en su corriente horada las orillas...como la marea que al retirarse se lleva la playa...como el viento que al soplar arranca las hojas de los árboles...así el alma se desgasta, se vacía y te destruye...Y en el mismo instante que el corazón se parte bajo el peso de la pena y el pesar...en un rincón nace tímido y en silencio el deseo de volver a comenzar...ávido de turbaciones nuevas... de emociones nuevas... impresiones nuevas... esperando... anhelando poder encontrar tranquilidad...Se parchea el corazón con un soplo de aire distinto...con pinceladas tatuadas en la retina...con una voz aguda y profunda susurrada en el oído...con un millón de conmociones vividas por segundo...Penetrando en los sentidos hasta la extenuación...desenvolviendo con curiosidad las nuevas sensaciones vividas...se alimenta y empapa el alma hasta el punto de saturación...
Hoy siento: que he llegado al punto de saturación: estoy super-impresionada... (jijijijijiji)
Suena: gracias por los días que vendrán... m-clan (sólo se me ocurre antes de empezar a andar... gracias por los días que vendrán...)
Frase: Voy a decirles lo que creo que son las dos cualidades de una obra de arte... En primer lugar, debe ser indescriptible, y en segundo lugar, debe ser irrepetible... Pierre-Auguste Renoir
Imagen: (iba a poner un cuadro de Renoir... pero pierden tantos matices en una fotografía... que no quiero insultarle...)
Alfred Thompson Bricher. Dia Nublado. 1871 Museo Thyssen-Bornemisza |
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